Y dale con el clima

Recientemente tomé consciencia de la cantidad de personas que se la pasan quejándose del clima, y sí, yo sé que ciertos climas se “prestan” más para algunas cosas, que te “invitan a” o simplemente te gustan más o estás más cómodo.

Todo esto está bien, sin embargo, últimamente he escuchado a personas que son afectadas emocionalmente por el clima y dicen cosas como “estoy triste porque está nublado”. Y yo me pregunto: ¿neta?, ¿de verdad?, no ya en serio… o sea, a menos que tengas una actividad al aire libre o seas de azúcar (como varios amigos que tengo 😉 ) la lluvia podría complicarte un poco el día, pero ¿es suficiente razón para entristecerte? Porque estoy seguro que más de uno se alegra, tal vez porque le gusta el frío, el sonido lo tranquiliza o simplemente ya encontró pretexto para no salir a correr (tú sabes quién eres).

Entiendo que el clima te pueda tomar por sorpresa, pero en realidad no existe evidencia científica de que las personas que viven en lugares soleados sean más felices que las que viven en lugares nublados y, mientras unos quisieran tirarse al sol como lagartijas (suponiendo que el trabajo se los permita), los otros ansían bajar sus gastos de aire acondicionado. Tal vez el pasto del vecino siempre parezca más verde, pero la realidad es que a todo nos acostumbramos.

Ponerte triste cuando se nubla, para mi querría decir que cuando está soleado estás súper de buenas, feliz, activo y productivo… y creo que nadie meteríamos las manos al fuego por eso. Así que la pregunta, en lugar de ¿neta?, creo que debería ser: ¿no le estaremos dando demasiada importancia? Al final el clima es una de esas millones de cosas que no puedes controlar y permitir que te afecte emocionalmente significa entregarle tu felicidad, prácticamente, al azar.

Hoy te invito a reclamar esa felicidad que inconscientemente entregas al clima (y de pasada a tu equipo de futbol*) y disfrutar el día; busca las cosas buenas y agradables que trae el día de hoy y disfrútalas, ¿o apoco no el café te sabe diferente, pudiste usar ese suéter que te encanta o duermes mejor bajo toneladas de sarapes?

*Para los del futbol: disfruta el juego, la compañía y tus botanas, emociónate y (dependiendo el lugar) grita, pero no dejes que porque tu equipo echó a perder el juego, se te eche a perder también el día… o la semana.

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