Cerebro viejo, trucos nuevos

Hola, ¿alguna vez te has preguntado por qué te es más fácil aprender ciertas cosas y no otras? De acuerdo a la doctora Lara Boyd, investigadora de neurobiología y aprendizaje motriz en la Universidad British Columbia, cada uno de nuestros cerebros es distinto.

Así como no todos tenemos la misma altura, pelo o color de ojos, el cerebro de cada quien es completamente único, haciendo que responda diferente a los estímulos externos. Seguramente habrás identificado que recuerdas mejor las cosas cuando ves un diagrama, las asocias con una canción o si están ligadas a una sensación. Y funciona igual para aprendizajes motrices, no solo el deporte, sino la habilidad para tocar música, manejar, aprender baile y otros.

Y, aunque existe la creencia popular de que necesitas practicar 10 mil horas algo para convertirte en maestro, esto es, tener un desempeño de clase mundial, lo cierto es que depende de cada persona, sus talentos natos y de cómo responde su cerebro. Por esto es que, en función de la actividad, notarás que se te “facilita” o “dificulta”. La buena noticia es que todos los cerebros aprenden: a corto plazo, cambiando la saturación de los distintos químicos que hay entre las neuronas y a largo plazo, transformándose físicamente para incorporar nuevos conocimientos (propiedad que es conocida como neuroplasticidad y sucede a cualquier edad).

De ahí que las personas que leen en sistema Braille tienen más desarrollada la parte del cerebro que interpreta las partes sensoriales de las manos y los taxistas de Londres, que tienen que aprenderse la ciudad de memoria, tienen más desarrollada la parte que guarda “los mapas”. Y por si fuera poco, el cerebro también es capaz de modificar la accesibilidad de las regiones que lo componen, cambiando la frecuencia y forma en que las utiliza.

Tal vez no te sobren 10 mil horas para aprender algo, pero es importante rescatar que tu cerebro apoya tu aprendizaje todo el tiempo, dependiendo de lo que hagas y de lo que dejes de hacer. Así, cuando aprendes una nueva actividad y la practicas por suficiente tiempo, tu cerebro se modificará físicamente para incorporarla a su estructura y ayudarte a desempeñarte cada vez mejor, pero si la dejas de practicar el cerebro volverá a cambiar su estructura. Digo, tal vez no regrese a la anterior, porque como dice el dicho “andar en bici nunca se olvida”, pero ciertamente perderás destreza, o como comúnmente lo llamamos “pierdes práctica”, porque no hay una pastilla de neuroplasticidad, es necesario hacer el trabajo.

Así que ya lo sabes, tú puedes diseñar el cerebro que necesitas a través de tu comportamiento, y sí, algunas cosas te serán más difíciles de aprender que otras, pero si pones tu empeño y le dedicas las horas de práctica necesarias, tu cerebro generará los cambios estructurales que te ayuden a mejorar.

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