Seguramente has leído en las redes sociales, escuchado de algún orador motivacional o en comerciales de televisión que deberíamos seguir nuestra pasión en la vida. Y en general puede sonar a que es un buen consejo porque si fueras completamente indiferente a la vida, sin curiosidad ni objetivos, podrías caer en la desesperanza.
Sin embargo hay un gran pero, y es que no todas las pasiones son iguales. De acuerdo al doctor Vallerand y sus colegas existen dos tipos: las armónicas y las obsesivas.
Ellos explican que las pasiones armónicas son aquellas que te permiten vivir experiencias memorables y van de acuerdo a tus virtudes y valores. Son actividades que aceptas libremente, internalizándolas (hacemos nuestras) como parte de tu identidad, lo que genera en sí mismo motivación y disfrute. Estas actividades ocupan un tiempo significativo de tu vida sin controlarla, es decir, en armonía con otros aspectos de tu vida.
En cambio, las pasiones obsesivas son aquellas que internalizamos por presiones internas o externas, ya sea por pertenecer, defender tu autoestima u otro; y aunque pueden ser actividades disfrutables, el hecho de estar pegadas a estos sentimientos hace que se vuelvan incontrolables, pues no generan motivación por sí mismas sino a través de lograr otros objetivos. Esto hace que ocupen demasiado tiempo de tu vida y entren en conflicto con otros ámbitos.
Puedes identificar qué tipo de pasión estás persiguiendo identificando cómo te hace sentir cuando estás realizando la o las actividades relacionadas con esa pasión, y cómo te sientes cuando no te es posible hacerlas. Ya que, de acuerdo a estos investigadores, las actividades armónicas están relacionadas con emociones y pensamientos positivos cuando las estás realizando, sin causar malos pensamientos o sentimientos cuando no puedes hacerlas o al finalizar la actividad; al contrario de las actividades obsesivas, que no generan emociones positivas cuando las realizas pero sí te sientes mal cuando no puedes hacerlas o cuando se terminan.
Además, de acuerdo a las investigaciones, las actividades que realizas en la persecución de tus pasiones armónicas generan un mayor sentido de bienestar general en tu vida y mejoran tu estado de ánimo aun cuando no las estés realizando.
En resumen, para generar una satisfacción creciente y vida plena, deberíamos perseguir solo las pasiones motivadas intrínsecamente y que estén en armonía con nuestra vida en general.