Deja de esperar el momento y vívelo

Hay un tema que me ha llamado la atención en estos últimos días, porque se presenta en toooodos lados; ya sean conversaciones casuales, preguntas que me hacen en mis conferencias, programas de televisión o hasta comerciales, pareciera que últimamente toda la gente está esperando “poder darse” un momento para ellos.

Y está bien querer descansar o darte un tiempo para dedicar a tus hobbies, me parece perfecto. El problema es la forma en que veo que se está abordando el tema, y es que pareciera que todo en la vida es una monserga hasta que llegue ese “momento especial” que dedicas para ti, lo que sea que eso signifique, de acuerdo a tus intereses.

Pero, la razón por la que Yo lo veo como un problema es que dejamos de vivir la vida por estar esperando ese momento. Y estoy de acuerdo que no todas las actividades que realizamos son “disfrutables”, pero también estoy seguro que no tenemos por qué sufrirlas. En el día a día hay miles de cosas que podemos disfrutar y no lo hacemos por estar esperando otra cosa (y en algunos casos añorando el pasado).

De modo que hay un malestar implícito por el hecho de estar aquí haciendo esto, en lugar de en otro lado haciendo otra cosa, y esa, desde mi punto de vista, es una trampa de la que podemos salir fácilmente una vez que nos damos cuenta que hemos caído en ella.

Cuando te caches deseando “darte un momento para ti” o te encuentres haciendo algo de malas, rezongando o a regañadientes, recuérdate que tú estás contigo haciendo lo que estés haciendo, que tú estás viviendo ese momento y que puedes elegir aprovecharlo y hacerlo de buenas.

De acuerdo a algunas investigaciones, cuando haces las cosas de “buena gana” no solo las haces mejor, sino que además las haces más rápido y te cansan menos. Y la cosa es que en realidad no “tienes” que hacer nada de lo que haces, “prefieres” hacerlo porque te importa. Te importa conservar tu trabajo y tener un ingreso, te importa que tus hijos sean personas de bien, te importa terminar tu carrera, te importa desarrollarte, te importa tener que desayunar o poder bañarte con agua caliente.

Hoy te quiero invitar a dejar de esperar ese “momento para mí” y darte cuenta de que tú estás contigo todo el tiempo, que tu espacio y tu momento son aquí y ahora.

Deja un comentario