Cuando me estreso, yo… cuido mi alimentación

La semana pasada escribí sobre cómo la respuesta fisiológica al estrés tiene un mecanismo de defensa integrado que además nos ayuda a generar conexiones con los demás. Esta semana quiero hablarte de otra cosa que descuidamos cuando atravesamos periodos de alto nivel de estrés: la alimentación.

Es común que cuando estamos preocupados por alguna situación laboral o familiar, tenemos que quedarnos largas horas en la oficina o simplemente se acumula el trabajo, empecemos  a descuidar nuestra alimentación. Esto resulta contraproducente y añade una carga física y emocional que no necesitamos. Por extraño que pueda parecer, la mala alimentación impacta no solo en nuestro nivel de energía durante el día, sino también en nuestras capacidades cognitivas.

Con “descuidar nuestra alimentación” me refiero a consumir menor cantidad de frutas y vegetales, más comidas procesadas, carbohidratos, grasas trans y saturadas. Creo que hacemos esto porque las comidas rápidas o enlatadas son más fáciles de conseguir y transportar.  Sin embargo, comer así hace que ganemos peso y tengamos un menor nivel de energía, dos cosas que generan un impacto negativo en nuestro estado de ánimo, agregando mayor estrés interior.

En estudios científicos han encontrado que el alto consumo de grasas trans y saturadas está relacionado con la agresividad y la depresión, nos hace más flojos y reduce nuestra capacidad de tomar decisiones. Otro estudio reporta que el consumo excesivo de azúcar mata más gente en el mundo que la cocaína, heroína y todas las demás sustancias controladas en conjunto. Pues incrementa el riesgo de contraer varias enfermedades y, por si fuera poco, te hace ver menos atractivo.

Algunos consejos para cuidar tu alimentación, incluso en periodos de alto nivel de estrés son:

  • Guarda los refrigerios saludables en lugares de fácil acceso. Frente a los menos saludables para que sea lo primero que veas al abrir el refrigerador o la alacena.
  • Usa platos más pequeños para comer. Estudios muestran que comemos menos cuando el plato es más pequeño. Para la mayoría de las personas un plato de 23 cm de diámetro es una cantidad suficiente de comida.
  • Empieza tu comida con un platillo nutritivo y saludable. Los estudios muestran que comes 50% más del platillo con el que inicias tu comida.
  • No esperes a estar súper hambriento para comer. Tu energía baja y tu cuerpo empieza a pedirte (se te antojan) comidas altas en carbohidratos.
  • No te brinques el desayuno. Los estudios muestran que las personas más delgadas e inteligentes desayunan bien todos los días.
  • Lleva contigo bocadillos saludables como frutas o nueces.

Cuando entres en un periodo de estrés, observa si has desviado tu alimentación habitual. De ser así, establece un plan para mejorarla y llévalo a cabo todos los días. Recuerda que la buena alimentación te ayuda a pensar mejor, tener un estado de ánimo positivo, dormir bien y mantener mejores niveles de energía a lo largo del día.

Si quieres conocer la ciencia detrás de este post te dejo algunas referencias:

Algunos de los ejercicios fueron tomados de:

  • Raghunathan, R. (2015).  A life of happiness and fulfillment. ISB.

6 comentarios en “Cuando me estreso, yo… cuido mi alimentación”

  1. Me pareció un artículo muy útil e interesante, es importante que nunca descuidemos nuestra alimentación aunque estemos pasando por una etapa de estrés, en este artículo podemos encontrar excelentes consejos que podemos empezar hacer para cuidar nuestra alimentación y no dejar que el nivel estrés nos sobrepase. En lo personal en ocaciones si he llegado a descuidar mi alimentación cuando estoy en una situación de estrés, por ejemplo disminuyó mi porciones de verduras y además mientras consumo algún alimento lo hago trabajando es decir jo pongo 100 % de mi atención a la comida que estoy realizando si no mas bien al trabajo que hago.

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  2. efectivamente el estrés es tambien provocado por la mala alimentación, por lo que te recomiendo que hagas varias comidas al día, pero evitando productos procesados. Cuando sientas hambre comete una fruta, alguna verduras o almendras y nueces. Es importante nunca saltarte el desayuno para asi poder tener más energía en el día.

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  3. Lo planteado en este artículo es muy cierto ya que en la actualidad en nuestro país el índice de obesidad es muy grande, y mucho de estos problemas es causado por el estrés ya que descuida mucho su alimentación, así alterando también su patron de sueño provocando una necesidad mayor de energía mediante los alimentos y dando preferencia a los hidratos de carbono simples.

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  4. Me pareció un buen post, el cual da buenos consejos para cuidar la alimentación ante el estrés. La alimentación es parte de nuestra vida diaria, por lo que debemos comer frutas y verduras de preferencia porque además de que nos dan energía, pueden provocar que nos sintamos mejor porque nos relaja y refresca.
    Una buena estrategia que se podría relacionar en la alimentación, es el tratar de organizar lo que vamos a comer con anticipación, ya que podría facilitarnos el evitar comer nada o comer lo primero que encontremos cuando tenemos prisa.
    Es muy importante también comer colaciones entre las horas de comida, ya que nos van a mantener saciados, y van a evitar que comamos de más o alimentos que no necesitamos.

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  5. el artículo me pareció muy interesante, ya que es muy cierto que el estrés afecta de manera impresionante nuestra dieta habitual. Como menciona el autor, es necesario que desayunemos para controlar nuestro apetito y para mejorar nuestra memoria y habilidades cognitivas.
    Además, es necesario que nos mantengamos lejos del alcance de las comidas procesadas, debido a que interrumpen nuestra funcionalidad. Como dice el articulo, es recomendable mantener nuestra nevera llena de alimentos saludables, y en caso de no disponer de tiempo para cocinar, se nos recomienda preparar las comidas semanalmente, para solo descongelarla cuando se requiera.
    Como un tip: siempre carga una botella de agua simple, para mantenerte hidratado y lleno de energía.

    -Nati

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  6. Muchas gracias por sus comentarios, las siguientes dos semanas seguiré con este tema desde la perspectiva del sedentarismo y el sueño. ¡Los invito a leerlos!

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