Identidad Positiva

¿Has pensado alguna vez, que cómo te ves a ti mismo hace que reacciones ante cualquier situación? La cosa es que tu identidad puede cambiar dependiendo del ambiente, circunstancias y rol que “juegues en ese momento”. Las empresas normalmente no lo ven, pero muchas de las reacciones de sus empleados son generadas por la propia identidad (positiva o negativa) que la cultura organizacional genera en su gente.

Como líderes, empleados, estudiantes, padres, hijos o amigos, jugamos diferentes roles por momentos, pero en realidad somos todos. En muchas ocasiones (y algunos argumentarían que cada vez más) nos vemos inmersos en situaciones que nos presionan a hacer más con menos, ser más creativos, innovadores, resilientes y fuertes. Y el poder dar esta respuesta, dependerá en buena medida de cómo nos vemos a nosotros mismos ante esa situación y rol.

De acuerdo a la doctora Jane Dutton de la Universidad de Michigan, al contar con identidades positivas podemos desbloquear recursos internos y desarrollar nuestras habilidades. Ella define la identidad como la narración o historia que nos contamos sobre quiénes somos, y la identidad positiva como aquella que te resulta benéfica en términos de suscitar recursos psicológicos y fisiológicos como: mayor energía, optimismo, confianza, auto compasión, etc. y define 4 de ellas:

  1. Mi Yo en Crecimiento. Definirme como alguien que está progresando hacia la persona que quiero llegar a ser.
  2. Mi Yo Integrado. Definirme como una persona en la que mis diferentes roles son complementarios o quedan bien juntos.
  3. Mi Yo Virtuoso. Definirme como una persona con virtudes y fortalezas.
  4. Mi Yo Estimado. Definirme como una persona que vale.

Puedes utilizar este modelo para mejorar tu identidad en cada rol de la vida que juegas. Para esto te recomiendo que tomes un momento en que puedas estar tranquilo y sin distracciones. Piensa por algunos minutos en historias de tu vida que se adecúen a cada una de estas identidades.

  • Un momento en que te viste a ti mismo esforzarte para convertirte en la persona que quieres ser.
  • Un momento en que los distintos roles o las diferentes partes de quien eres se complementaron.
  • Un momento en que desplegaste ejemplarmente cierta virtud o fortaleza.
  • Un momento en el que te experimentaste a ti mismo como una persona valiosa.

Si deseas incrementar la efectividad, hazlo con alguien; después de que cada uno haya pensado en sus historias, compártanlas y discutan estas preguntas: ¿Qué historias son más significativas para ti? ¿Cuáles te fueron más fáciles de recordar, cuáles más difíciles? ¿Cómo puedes asegurar que incrementarás tu acceso a estas identidades positivas?

De igual manera este ejercicio lo puedes hacer específico a algún área de tu vida. Por ejemplo: piensa un momento durante tu trabajo en que te viste a ti mismo esforzarte para convertirte en la persona que quieres ser.

¡Desarrolla tus identidades positivas y desbloquea tus recursos escondidos!

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