Alguna vez te has preguntado ¿por qué la naturaleza tiene tanto poder sobre la mente humana? No te hagas, no tienes que querer salvar al planeta para identificar que te sientes diferente cuando caminas por la playa, un bosque u otro escenario que no esté cubierto de pavimento o concreto.
Más aun, existen muchas investigaciones que muestran cómo este contacto con la naturaleza influye en el comportamiento y pensamientos de las personas. Por ejemplo, en la salud, la velocidad de recuperación de un paciente se incrementa cuando puede ver arboles a través de la ventana de su hospital y las personas que pueden ver naturaleza desde sus lugares de trabajo, reportan menores problemas de salud; en crimen hay un estudio hecho en Chicago que muestra que los desarrollos habitacionales que tienen parques y árboles sufren de menores crímenes de propiedad o violentos; en creatividad se han hecho estudios en ambientes controlados en los que agregar una maceta con una planta en las salas de juntas y pasillos mejora la creatividad de las personas.
De acuerdo a algunos psicólogos que estudian la evolución, esto se debe a que durante miles de años, vivir en una zona con árboles y vegetación significaba fácil acceso a alimentación, lo que genera en nosotros un sentido de calma y seguridad.
El efecto es además muy interesante, porque si te pones a pensar en los colores, normalmente asociamos el verde con relajación, positivo (o bien) y avanzar (como las luces de tránsito) y por ejemplo, el rojo lo asociamos con peligro o error. En algunos estudios, los participantes de un test contestan más preguntas y mejor dependiendo del color de tinta que estén utilizando; sin embargo hay otras que concluyen que no sirve imitar a la naturaleza, es decir, una fotografía de la naturaleza no tienen el mismo efecto, ni siquiera cuando se ha puesto una pantalla que transmite en vivo algún paisaje natural.
Estoy seguro que cada uno de nosotros tendrá, de acuerdo sus creencias, algunas teorías sobre por qué sucede esto, pero me parece que lo más interesante de toda esta información es que podemos utilizarla a nuestro favor, agregando plantas y flores en nuestras casas y oficinas, modificando la ruta de camino para pasar por algún parque o, si es posible, hacer que por nuestras ventanas se vean algunos árboles… y de pasada, si vas a decorar, mejor elegir el verde u otros colores de la naturaleza, que el rojo por ejemplo.