El optimismo flexible es saber cuándo y cómo ser pesimista u optimista para obtener el mayor provecho de estos estilos explicativos, o sea, lo que te dices a ti mismo sobre lo que te pasa.
La semana pasada escribí sobre cómo se diferencia el pensamiento optimista del pesimista y te compartí algunas arenas donde alguno lleva las de ganar. Pero, aun cuando tengamos una marcada tendencia hacia el pesimismo u optimismo, lo cierto es que son solo patrones de pensamiento que podemos modificar; con la práctica nos habituaremos y nos será natural.
Lo importante, de acuerdo al psicólogo Martin Seligman, es saber identificar las situaciones y decisiones de tu día a día en las que te convendría adoptar una u otra estrategia (optimista o pesimista), de forma que puedas obtener el mejor resultado posible.
El optimismo es una mejor estrategia cuando:
- Quieres lograr algo.
- Tu salud física está en juego.
- Quieres liderar a otros.
- Buscas incrementar tu moral.
Pero no lo es cuando:
- Estás planeando para un futuro incierto.
- Quieres consolar a alguien.
El último punto te puede parecer controversial, pero ¿qué esperas que te conteste alguien que, por ejemplo, se acaba de quemar la mano y tú le dices “¡no hay mal que por bien no venga!”? Porque a mí me suena a cachetada jajaja.
El pesimismo prolongado puede generar desesperanza y llevarte a la tristeza o hasta la depresión. Sin embargo, puedes elegir mantener un balance, utilizando la estrategia que mejor convenga a cada situación, para que puedas mantenerte optimista la mayor parte del tiempo y disfrutes tus actividades diarias, desde ir al trabajo, al super, convivir con los demás, hasta viajar; y utilices el pesimismo a tu favor cuando necesitas prever todo tipo de riesgos, como por ejemplo: organizando un evento, calculando tus impuestos, poniendo el asientito del bebé, haciendo cálculos estructurales o estableciendo parámetros de seguridad en aerolíneas; sin dejar que ese pesimismo te aleje de nuevos proyectos, haga que pases por alto las indicaciones del doctor o hunda a tu familia, equipo y/o amigos en la tristeza.