Posiciones de poder

Los seres humanos y los animales tendemos a adoptar distintas posiciones dependiendo de cómo nos sentimos; cuando una persona se siente poderosa y confiada se expande, toma la mayor cantidad de espacio posible, y esto es innato. De hecho, los estudios demuestran que incluso las personas que nacen con ceguera levantan sus brazos en V como señal de victoria cuando ganan. Por el contrario, cuando nos sentimos vulnerables o vencidos, tendemos a encorvarnos, envolvernos con nuestros brazos y doblar las rodillas, a hacernos “chiquitos”.

Lo interesante es que, de acuerdo a las investigaciones de la psicóloga social Amy Cuddy, adoptar una posición de poder por 2 minutos puede generar cambios instantáneos en tu química corporal. Lo que quiere decir que al modificar conscientemente tu postura puedes cambiar también cómo te sientes, te presentas ante los demás, realizas tu trabajo y hasta mejorar tus oportunidades de éxito.

Esto se logra porque tu balance hormonal se modifica. La hormona de “dominio” (testosterona) se incrementa hasta un 20% y la hormona del estrés (cortisol) baja considerablemente, haciendo que puedas manejar mejor situaciones estresantes. Piénsalo, dos minutos pueden cambiar qué tan tranquilo entres a esa junta con los jefes, confiado a la entrevista de trabajo o seguro a ver a tus clientes. Te mostrarás más asertivo, confiado y optimista, además de tener mejor pensamiento abstracto.

¿Te gusta la idea? La próxima vez que vayas a hablar con tu jefe, reunirte con un cliente importante, tocar un tema escabroso con algún familiar o llevar a tu hijo a la fiesta infantil donde no conoces a nadie, adopta por dos minutos o más una posición en la que te expandas. Como no siempre es apropiado pararte como estrella afuera de una oficina o en la calle, te dejo algunas opciones para cualquier situación:

Acostado: brazos y piernas estirados, evita acostarte de lado con los brazos o piernas encogidas.

Sentado: Espalda recta, recargado completamente, pies estirados o hasta puedes descansarlos en el escritorio, manos a los lados, arriba de la cabeza u ocupando los brazos de la silla.

De pie: Espalda recta, piernas un poco abiertas, pies bien plantados, brazos a la cintura (como Peter Pan o la Mujer Maravilla), en posición de victoria o abiertos a los lados.

 PDPAC

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